Happy Kids Informa…………………………………………………………………………. 10 / JULIO / 2020
L@s niñ@s que muestran comportamiento agresivo no lo hacen porque sean mal@s o porque tengan una naturaleza agresiva. Poco a poco, según cómo se responde a estos comportamientos, se crean patrones neurológicos de respuestas ante lo que el niñ@ puede considerar una amenaza. Este proceso suele suceder de manera paulatina e inconsciente y así se desarrolla la agresividad infantil.
El sistema límbico es el que se encarga de los procesos emocionales en el cerebro. Con el tiempo y madurez los niñ@s aprenden a controlar sus emociones. Una vez establecido el patrón de respuesta agresiva, el sistema límbico acude a la agresividad como respuesta preferente, pero esto se puede evitar. La manera en que respondemos a los comportamientos agresivos dictará su presencia habitual.
Este proceso debe ser realizado de forma consistente y, como todo cambio de comportamiento, requerirá tiempo. Cuando un niñ@ no tiene tolerancia a la frustración y reacciona de manera agresiva tiene un mayor riesgo de padecer problemas conductuales a largo plazo. La mejor manera de prevenir la agresividad infantil es interviniendo cuanto antes.
Para prevenir la agresividad infantil, sigue estos consejos para evitar que los comportamientos agresivos se vuelvan un patrón, así como para intentar solventarlos una vez establecidos.
1. Hay que evitar castigar los comportamientos agresivos con agresividad
2. Hay que reforzar los comportamientos no agresivos
3. Claridad ante las conductas esperadas y aquellas a evitar
4. Evitar reforzar el comportamiento agresivo
5. Considerar alternativas a la conducta agresiva
6. Eliminar las causas de estrés y ansiedad
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